La Sala Mendoza examina su propia historia

La Sala Mendoza se tomó una pausa expositiva de un año para reorganizarse. El domingo reabrirá sus puertas con una versión actualizada de Once tipos, uno de los formatos ex positivos que más éxito le dio en décadas pasadas. Un perfil más universitario y la ausencia de un curador jefe son los cambios más notorios en la nueva estructura de la institución. La conducción de la nueva etapa estará en manos de Patricia Velasco, en el cargo de coordinadora general. Mi principal reto será atraer más público universitario a la sala, sin descuidar a los visitantes externos, indica. Es la primera vez que la insti tución no cuenta con la dirección de un curador. La vacante que dejó Ruth Auerbach será cubierta a través de la figura del curador invitado. María Elena Ramos, Rafael Santana y Costanza de Rogatis asumieron la organización de la primera exhibición, titulada Once tipos del 11. La exposición retoma el con cepto de un ciclo de colectivas organizadas por la Sala Mendoza durante los años seten ta e inicios de los ochenta. Su propósito era mostrar de manera parcial las contribuciones de los artistas jóvenes a la vanguardia de la época. Al igual que el Once tipos original, la muestra que inauguraremos mañana funciona como un corte de lo que sucede entre los jóvenes en este momento. Es un relato de la heterogeneidad de los lenguajes contemporáneos y de las individualidades fuertes entre los jóvenes, señala Ramos. El punto de partida de la ex hibición fue la...

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