La salsa de hoy es la de antes

Después de los fabulosos años del boom de los setenta, la salsa vive en un sube y baja musical. En este momento, al parecer, está de baja, menos grabaciones y conciertos. Sin embargo se encuentra por ahí, en la esquina, en el barrio, en algún local nocturno, en los grupos de bailadores, en eventos organizados por el Estado, en alguna emisora de radio o en las añoranzas de algún salsómano nostálgico. Se apunta siempre al homenaje a viejas glorias, a lo bueno de antes. El año pasado hubo salsa en la calle. Eddie Palmieri tocó en la plaza Diego Ibarra ante un gentío. Hace poco asistí en Plaza Venezuela a otra reunión del legendario Trabuco Venezolano con su director y creador, Alberto Naranjo. La agrupación, más allá de la nostalgia, mantiene su idea musical viva, no sólo por los arreglos refrescados de los temas que muchos coreaban, sino porque había jóvenes que también participaban en el sarao y que ni siquiera habían nacido cuando comenzó el gran bandón. De los primeros días del grupo sólo estaba el cantante Carlos Daniel Palacios, otros debutaban con el Trabuco esa noche en una Plaza Venezuela poco asistida. Esa misma velada de reencuentros presencié a La Dimensión Latina, con los mismos músicos de origen, menos dos: Chuíto Narváez porque está en el cielo y el gran Oscar D?León. Tocaron su lluvia de éxitos y todos quedaron contentos. Me llamó la atención un grupo de jóvenes guaros que abrió el concierto, por cierto, una orquesta de trombones como La Dimen sión, pero que montó temas propios. Se llama La Mafia, al igual que otra banda de antaño. Para no quedarnos sin nada en las manos mencionaré algunas grabaciones realizadas en 2012; como es recurrente, todas se...

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