La salud de Pdvsa

Mientras gran parte de la población venezolana se preocupa y especula sobre la salud del Presidente, son muy pocos los que indagan por la salud de Pdvsa. En ambos casos se trata de un secreto bien guardado y se sabe que la enfermedad es grave, pero el pronóstico se mantiene en reserva. En relación con el mandatario se alegan razones de respeto a la privacidad para no dar noticias. Con respecto a Pdvsa esa excusa no es válida, porque se trata de la primera industria nacional y de una empresa pública. Datos tan elementales como los niveles de producción permanecen en el misterio, porque aun cuando se suministran cifras, estas no concuerdan con las de observadores independientes, por ejemplo la OPEP. Incluso basándose en los informes oficiales, la situación de la petrolera estatal provoca angustia. De los 3,13 millones de barriles diarios que declara producir, no recibe pago por 1,35 millones (43% del total). Esto se debe en parte a que el casi medio millón de barriles que suministra a China ya fueron cancelados con prestamos del país asiático que el Gobierno destina a su arbitrio, y sin rendir cuenta a nadie, a los fines más diversos, como regalar electrodomésticos con fines electorales o adelantar ferrocarriles inútiles cuya construcción permanece paralizada.

Pdvsa tampoco cobra el petróleo que envía a Cuba, el cual se cancela con médicos, entrenadores deportivos y otros burócratas antillanos, cuyas actividades permanecen en la penumbra. Y además financia a larguísimo plazo y con muy bajos intereses lo que consumen otros países del Caribe y...

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