A Salvador Fleján le gusta tomar los cuentos por el cuello

Miniaturas salvajes comenzó a escribirse casi al mismo tiempo que Intriga en el carwash, el primer libro de cuentos de Salvador Fleján. Si el nombre del autor no estuviera en la portada, el lector podría reconocer sin problemas que la obra publicada por Random House en 2006 y la que presentará mañana Puntocero fueron escritas por la misma persona: ambas tienen la misma obsesión por la cultura pop y por la gramática sin demasiadas ceremonias y describen acciones cotidianas y personajes sin anormalidades. Esto es porque a Fleján le interesa la literatura como entretenimiento. No me tomo la escritura co mo un oficio porque no vivo de la ficción, sino de lo que escribo para medios de comunicación. Aunque me cuesta mucho escribir cuentos, este es mi divertimento. Cuando tengo el cuento agarrado por el cuello me siento bien, porque de allí en adelante lo que hago es reírme hasta que termino, señala el autor antes de aclarar que la principal diferencia entre sus dos libros es que en el segun do los cuentos se leen más rápido. Me preocupé porque el estilo fuera más fluido y con menos baches que en Intriga en el carwash, en el que abun daban los párrafos largos y las oraciones subordinadas. Traté de que en estos cuentos la lectura fuera más rápida. Con Bolaño y TV. Una mujer que termina envuelta en un episodio de piratería en Los Roques mientras se recupera de su divorcio; un hombre que, al reconciliarse con su mujer, descubre que ésta vive con dos inquilinas de conductas eróticas; un nieto que envía a su abuela al hospital cuando intenta darle una sorpresa; una mujer que perdió la virginidad mientras veía televisión; un hombre que odia al hijo de su pareja y la anécdota de un militar golpista...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR