San Cristóbal, ciudad con rostro de posguerra

Basta recorrer San Cristóbal por un par de horas para sentirse inmerso en una especie de estado de excepción. En cada esquina se observan grupos de militares de guardia, otros recorren las calles en motos. Es normal, mientras se espera que cambie la luz de un semáforo, tener al lado una tanqueta. Helicópteros sobrevuelan cerca de las casas. Cuando llegaron todos esos militares algunos aseguran que 3.500 supimos que no podíamos aguantar, cuenta Roosevelt Villegas, residente de la capital tachirense que ha sido tocado por la represión del gobierno.Villegas es un flaco de faccio nes finas que caminaba por la urbanización Los Teques con una caja para recoger dinero con el fin de comprar insumos y ayudar con la operación de una adolescente de 16 años de edad: un disparo de perdigones de la Guardia Nacional Bolivariana le destrozó un seno.Villegas lleva una mano vendada que está hinchada aún. Se la operaron para extraerle un perdigón. Tiene otro en la espalda que no se va a sacar y todavía conserva varios puntos para cicatrizar la herida que tiene a centímetro y medio del ojo izquierdo.Guardias nacionales que re corren la urbanización a pie lo detienen. ¿Qué lleva en esa caja?, le preguntan. El joven de 28 años le explica. Algo estaría haciendo la muchacha, le responde el guardia. No lo sé, pero ante todo es una dama, agrega Villegas a quien, luego de revisarlo como a tantos, dejan ir. Es un ingeniero industrial que lideró la protesta en San Cristóbal que durante dos meses se adueñó de la ciudad.En todo Táchira se repite la historia. La GNB, el Cicpc y el Sebin realizan allanamientos la gente asegura que van más de 1.000 para intimidar a todo el que protestó. Vecinos de Pueblo Nuevo o Barrio Sucre, donde los funcionarios han entrado a las casas, afirman que la intención es amedrentar.No le vamos a hacer nada, es solo para que los chinos muchachos no vuelvan a salir, le dijo un funcionario del Cicpc a una mujer en Barrio Sucre cuando entró a su casa.En zonas como Barrio Sucre enfrentaron a los más de 3.000 militares que envió el gobierno.Ese sector, de casas pequeñas y edificios sencillos, bautizado como sucrania por algunos, fue el que resistió más tiempo la represión. Parece una ciudad de posguerra: vidrios rotos, piedras en el pavimento, alcantarillas levantadas, postes caídos y semáforos arrancados.La estrategia. Los que protes taban dormían por turnos. Los que vigilaban avisaban a los vecinos sobre la cercanía de los guardias o los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR