Santos: golpe de timón

Quedarse con una carta perdedora no es el estilo de Juan Manuel Santos. Es esa quizá una de las razones por las que Colombia se ha trazado un nuevo norte en la polémica Cumbre Hemisférica de Cartagena. El encuentro aún no cuenta con la confirmada presencia de los enfants terribles del continente: Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. El anfitrión, sin embargo, ha comenzado un extenso cabildeo para que esta reunión se distinga de las anteriores con un hecho de particular trascendencia: la descriminalización del consumo de la droga sería uno de los ejes de las discusiones presidenciales. Los colombianos hilan fino: no se van a ubicar en primera fila como promotores de la legalización de la droga, pero si esperan Âe instan a que el resto de los actores se sumen al análisis exhaustivo del polémico tema. Juan Manuel Santos se ha expresado claramente: Colombia no va a ser vocero de ninguna causa, pero se sumará a la decisión colectiva si es la de decretar, de común acuerdo, una estrategia basada en la despenalización del consumo. La idea de Colombia no es que los países a título individual implanten una política antidroga que descriminalice su tenencia o consumo. En el ánimo del man datario y de su entorno es posible que la legalización sea la adecuada estrategia a implantar, así sea para probar un plan de ataque diferenciador de los anteriores. Para los colombianos sólo el establecimiento de una política compartida e uniforme de todos los países del hemisferio para...

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