El secreto

Relata González Guinán que en 1827 a José Antonio Páez instalado en Valencia, tres años después ciudad cismática de Colombia, no se le ocurrió otra cosa que montar una función de Otelo de William Shakespeare. Páez hizo de Otelo y, curiosamente, uno de los grandes intrigantes de la historia venezolana, Miguel Peña, personificó al también intrigante de la obra, Yago.No aclara el historiador quién fue Desdémona pero lo que sacamos en clarísimo es la categoría de superación a lo largo de su vida. Aquel peón que le lavaba los pies al zambo Manuelote terminó como presidente de la República, fue el factor de una de las épocas más luminosas de la historia, los años de 1830 hasta 1847, que Gil Fortoul bautiza como de la oligarquía conservadora eran conservadores en política y liberales en economía como Bolívar, por cierto y que resultó hombre culto, escritor, violinista y hasta actor del teatro isabelino. En 1827 Páez cohabitaba en Valencia con Barbarita Nieves sin que eso molestara demasiado a los godos del Cabriales.González Guinán insinúa que lo de Shakespeare fue una treta para ganarse a la sociedad valenciana para que le perdonaran lo de Barbarita. Un engaño con Shakespeare es infalible.Me gusta pensar en los presidentes que lo sucedie ron: en sus gustos, aficiones, cultura y libros. Guzmán idolatraba París: eso todavía nos acompaña por las edificaciones que dejó. Cipriano Castro se entregaba al cognac y las mujeres. Su vida licenciosa le enfermó los riñones y la presidencia. Juan Vicente Gómez era un fanático del cine: todos los días veía una película. La que más disfrutó fue la de una tarde de 1924 cuando le comunicaron que Castro se había muerto en Puerto Rico. López Contreras era intérprete de la historia. Rómulo Betancourt del país, la literatura y las pipas. Delgado Chalbaud tenía emoción por los caballos y el Lucky Strike. Pérez Jiménez por los automóviles, la Orchila y sus amenidades. Caldera ante el dominó y los libros. Ramón J. Velásquez es uno de los presidentes más cultos de esta república bicentenaria. Si...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR