Estoy segura de lo que he aprendido, pero no sobrada

No es tarea fácil la que le espera a Gabriela Ferrari el 18 de agosto en China, cuando se elegirá a la nueva reina del mundo. Aunque dice que su entrenamiento físico, de belleza, oratoria, inglés y de talento ha sido continuo, sabe que la corona de Miss Mundo está en manos de la venezolana Ivian Sarcos, lo cual implica un grado de dificultad adicional al que representan las demás candidatas del certamen. Pero Stefanía Fernández me ha dicho que no hay imposibles, dice la miss, mientras toma sol en la terraza de la Quinta Miss Venezuela. Ferrari ha tenido un entrena miento intensivo. Incluso en enero participó por primera vez en un concurso internacional, cuando acudió al Reinado Internacional del Café en Colombia y obtuvo la banda de segunda princesa. Ganar la corona de Miss Mundo no sólo representaría la séptima vez que una venezolana gane ese título, sino también un récord mundial. Y en eso están centradas las expectativas de la rubia, que interrumpió sus estudios de Comunicación Social para vivir por un año su título a plenitud. He estado muy ansiosa y mi papá me dice que es normal que tenga miedo. Estoy segura de lo que he aprendido, pero no sobrada. Mi equipo de trabajo ha visto que mi nivel de disposición ha estado al máximo, hasta mi vida per sonal ha quedado de lado para entregarme al entrenamiento. Siempre digo que me casé por un año con Osmel Sousa. Me hace sentir bien que él me dé confianza y recibir el apoyo de mi familia y amigos. Quiero hacerlo bien, pero si es o no para mí sólo lo dirá Dios. Para la prueba de talento, Fe rrari ensaya a diario durante dos horas un baile de joropo. Eso me ha dado mucha expresión corporal que no tenía porque estaba metida en mi papel de miss. Escogí un baile porque...

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