La seguridad

Podría decirse que la política de seguridad del Gobierno es coherente con lo que predican los principales funcionarios kirchneristas: como para ellos el delito es una mera sensación, resulta inútil dedicarle más recursos. Es decir, lo que no existe no merece ser considerado. Esa coherencia para la negación es una de las explicaciones para fundamentar las razones que llevaron al Gobierno a presentar el presupuesto de gastos 2013 con apenas un incremento de 12,1% en el área de seguridad. El oficialismo en la Cámara de Diputados convalidó esa percepción al sancionar el proyecto del Poder Ejecutivo como un mero trámite, sin objetar el magro aumento de las partidas destinadas a seguridad como tampoco la exagerada previsión presupuestaria para otros rubros como, por ejemplo, el...

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