La condición sentimental

Estoy un poco harto de que nuestros líderes políticos hablen tanto del amor. A veces sien to que se me empalagan las orejas. No pueden declarar sobre cualquier tema sin entrar, de inmediato, en el ámbito de los sentimientos. Ya parece una pauta publicitaria. Mientras usted lee estas líneas, de seguro más de un líder oficial nos habrá dicho varias veces que nos ama, que este gobierno sí nos quiere de verdad, que siempre tienen los brazos abiertos, esperándonos. No te resistas, capullito de alhelí.Si están inaugurando una fábrica procesadora de salchichas de cerdo en Mapararí, ahí aparece un funcionario, empuñando un micrófono, listo para soltarse a hablarnos de este cariño que les tengo, de estos chorizos con picante que son puro amor. Si hay una entrega de viviendas en el estado Anzoátegui, no tarda en salir frente a las cámaras un alto dirigente a recordarnos que todo esto es producto de tanto amor, pura ternurita en cada bloque. Si anuncian un plan para cambiar las tuberías de aguas negras en Mendoza Fría, no pela la cámara un gobernador o un alcalde diciendo que todo lo que vendrá no es trabajo sino sentimiento. Y si le entran a puñetazos y patadas a los parlamentarios de oposición, luego sale más de uno con cara de arruchadito invocando la paz y la armonía, el afecto que sentimos por todos los venezolanos, sean del color que sean, de cualquier tendencia. Déjate querer, María Corina.Algunos líderes son galanes de clóset. Tienen una secreta vocación de protagonistas de telenovela. El hombre nuevo también puede parecerse a Raúl Amundaray. Hablan como si estuvieran en una permanente declaración romántica. Esta nueva modalidad de lo que llaman gobierno de calle les permite, además, estar todo el día en la pantalla, en plan de cortejo, recordándonos el tamaño enorme de su corazón, repartiendo besos y promesas. Cualquiera termina pensando que gobernar y salir en televisión es la misma cosa. Tenemos una cita: corronconchita, nos vemos en la cadena.Esta, sin duda, es una de las más claras herencias de Hugo Chávez. Aprovechando su carisma, melodramatizó la política e infantilizó la relación de los ciudadanos con el poder.Fue parte de su método, de su fórmula para concentrar cada vez más control y mando en nuestra sociedad. Creó una nueva representación del poder, una representación afec tiva, contaminada todo el tiempo con su identidad personal. Chávez se propuso a sí mismo como nueva encarnación del Estado. Hizo de la institucionalidad un...

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