Al son de Sergio Pérez

Que un pitcheo se quedara alto. Puede que eso fuera todo lo que hacía falta para sentenciar el duelo de lanzadores de anoche. Así suelen definirse muchos juegos de pelota: por un detalle mínimo, que se maximiza tratarse de un choque entre Caracas y Magallanes.El envío ubicado en la zo na de poder de un jonronero salió de la mano izquierda de Víctor Gárate. El swing grande fue de Mario Lissón, mal bateador para equivocarse ayer.Lissón deja flancos abiertos que mantienen su average por debajo de .250 y se había ponchado dos veces ante Gárate. Pero no de balde es colíder jonronero del circuito y no perdonó ese envío, depositándolo en la mitad de las gradas del left con uno en circulación, para terminar con el doble blanqueo y encarrilar la victoria de los Navegantes 4 carreras por 1, en un estadio Universitario que se llenó de nuevo y terminó en drama, como casi siempre ocurre al jugar los Eternos Rivales.En una jornada de estrenos, con Juan Rivera debutante en la cueva de la derecha y Jesús Guzmán en la trinchera de enfrente, el que impuso el ritmo del choque fue un pitcher que se reestrena, Sergio Pérez, de regreso a la rotación de los turcos, donde brilló el año anterior.Pérez aisló dos hits en seis entradas, en las que ponchó a 10 rivales. Dos veces recetó al novato sensación Jesús Galindo. Dos veces a Jesús Aguilar, el otro colíder jonronero. Dos más a Alex González.Gárate fue un digno conten diente. Durante cinco actos y dos tercios mantuvo la lechada y propinó ocho guillotinados, incluyendo dos para Eliézer Alfonzo, dos para Robinson Chirinos y, sí, dos para Lissón.Él tenía .091 contra los zur dos, recordó Dave Hudgens, manager caraquista, al justificar su decisión de no traerle el derecho a Súper Mario, pese a...

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