Siete preguntas sobre niños y suciedad

¿Cuándo es más necesaria la limpieza? El pediatra e infectólogo Amando Martín señala que los niños nacen con un sistema inmunológico completo pero inmaduro. "No es que carezcan completamente de defensas como la gente supone; simplemente se trata de un sistema que va desarrollándose y haciéndose más competente poco a poco en capacidad y función. Por eso al inicio se recomienda que la limpieza que se tiene alrededor de un recién nacido sea estricta". ¿Si un niño va a una guardería tendrá luego "más inmunidad" que otros pequeños? "En principio, un niño que va a la guardería tiene acceso a más agentes infecciosos: el contacto con niños enfermos y las condiciones relativas de higiene facilitan que eso ocurra" explica Martín. "Pero a la larga esa exposición no significa que el de guardería sea después menos propenso a enfermarse que un niño cuidado en su casa, ni significa tampoco que el hogareño sea más vulnerable por menor exposición. A medida que el sistema inmune de cada uno va madurando, ambos son capaces de responder ante una infección con las mismas capacidades. Eso, claro, si hablamos de niños bien nutridos y con su vacunación al día", acota. ¿Se le puede permitir a un niño jugar con tierra? "Ese tipo de juego forma parte del desarrollo infantil en términos de creatividad y nuevas sensaciones", indica Martín. "Está permitido bajo los cuidados elementales: si se tratara de un niño muy pequeño, debe haber un padre que esté atento a que no coma tierra y que le enseñe a lavarse las manos después del juego. El niño debe convivir con todo lo que le rodea dentro de parámetros normales". ¿Es bueno mantenerlos siempre impecables? Tanto un niño alérgico como uno no-alérgico puede beneficiarse del juego "sucio" ocasional. Para el inmunólogo Oscar Aldrey, es preferible que un pequeño sensible a los ácaros se ensucie jugando al aire libre que estar ante una pantalla durante horas. "El problema es que en la casa puede haber alfombras, cojines, peluches, cortinas y libros en el espacio donde el niño ve televisión o juega, y ese tiempo encerrado facilita el contacto con esos ácaros acumulados en comparación con practicar béisbol o fútbol, por ejemplo. Los ácaros no viven en la tierra; más bien les gusta el confort de los ambientes cerrados y acolchados. Como la tierra en sí no produce daño alérgico, es mejor ese tipo de recreación antes que tener al niño siempre guardado en la casa", explica. ¿Es efectivo el uso recurrente del gel antibacterial en niños...

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