El soberano decida qué quiere

¿Qué hacer con este país? ¡Que lo decida el soberano! Nuestra carta magna es clara: La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público artículo 5.En el soberano se encuentra el poder originario, que viene a ser la fuente primera e instancia máxima de legitimidad en una comunidad política, en un determinado Estado. Es una soberanía última aunque no absoluta, por cuanto se la entiende en el marco de un derecho internacional y de exigencias fundamentales de la condición humana misma.Por ello en circunstancias de una grave crisis de la polis, que amenace en su raíz y estructura básica la convivencia humana de la nación, y no sean ya suficientes los mecanismos ordinarios de solución, se hace necesario apelar a la palabra y decisión del soberano. En la antigüedad esto se apreció dentro de las limitaciones conceptuales y prácticas del tiempo, y en la modernidad se lo ha perfila do y perfeccionado con mayor hondura.Ahora bien, el problema re side en la noción que se tenga del soberano y del genuino ejercicio de su potestad. Aquí es donde se ponen en juego fi losofías, ideologías y prácticas, algunas de las cuales llegan a distorsionar tanto la definición del soberano como el ejercicio de su protagonismo. El pueblo se convierte a veces en un concepto gelatinoso, legitimador de praxis que alcanzan cotas de evidente deshumanización. Es el caso de las vanguardias luminosas y comités partidistas que se autoerigen como forzada representación del pueblo en los sistemas comunistas, de los reduccionismos raciales tales como el nazismo o nacionales como el fascismo, de las logias militares que encarnarían la defensa de la patria en los regímenes de seguridad nacional.Es cierto que no hay prácti camente realización humana que no sea perfectible, pero sí se tiene que tender a formas de organización y consulta política en las cuales se abra cauce a la expresión más auténtica del pensar y querer del soberano.En este orden de cosas reviste carácter prioritario el lograr a través de consensos los medios que aseguren la verdad y transparencia de los...

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