Solidaridad

Me hago solidario y rechazo rotundamente los criminales atentados ocurridos en París. Me ofenden los desquiciados fundamentalismos cualquiera que sea su naturaleza. No me sorprende que un acontecimiento trágico como el de París que ocurre de manera ocasional y no como algo permanente, suscite un repudio mundial y una solidaridad abrumadora. Supongo que es porque se trata de la acción de un grupo terrorista dogmático y brutal capaz de iniciar una tercera guerra mundial, pero también porque se trata de París. ¡De esto estoy consciente! Pero yo vivo en Caracas o en Managua o en Tegucigalpa o en Beirut y soy víctima, en Caracas, de un grupo militar que irrespeta la Constitución amparado bajo el principio de la no intervención.En mi país sucede diariamen te una tragedia que arrastra 16 años continuos de vejaciones que me hacen sentir desplazado, excluido, perseguido y estigmatizado no por el yihadismo sino por una dictadura militar, un narco Estado, un régimen y no un gobierno que trata inútilmente de convencer al mundo de que es una democracia participativa cuando en verdad es autoritaria y perversa. Una democracia que impone no solo un pensamiento único sino que bajo el mando autocrático del Poder Ejecutivo pisotea a los otros poderes: al Legislativo, al Judicial y a la impostura de un inventado poder moral; ha oscurecido el conocimiento universitario, cerrado las puertas y las ventanas del pensamiento y cercenado la libre expresión de las ideas; mutila mi derecho de disentir, criminaliza mi protesta; dispara balas que estallan en las cabezas de muchachos de catorce años mientras hace chistes un despiadado embajador. Escribo este artículo pero en un diario asfixiado por un régimen que le niega el papel y acosa a los medios de comunicación y veo, a lo lejos, un Palacio de Gobierno sordo a las exhortaciones de los organismos internacionales que ordenan la devolución de Radio Caracas Televisión, la libertad de todos los presos políticos, el señalamiento no digamos del gigantesco fraude judicial en perjuicio de Leopoldo López, que continúa preso al igual que más de setenta disidentes políticos, sino la...

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