Con la sombra de la delincuencia viven en el ancianato de Cabimas

En el ancianato Madre María de San José, en Cabimas, en la Costa Oriental del lago de Maracaibo, viven con la sombra de la delincuencia. Y es que a principios de agosto dos delincuentes armados sometieron a los huéspedes, amarraron al personal y se llevaron objetos de valor, mientras que en la última semana del mes otro hampón trató de meterse cuando una enfermera arreglaba todo para acostarse, pero la profesional logró ahuyentarlo y la historia no se repitió. En el único centro de cuidado de la subregión no hay cámaras de seguridad y tampoco cuentan con los recursos económicos para pagar un vigilante. Viven de donaciones y rifas. Un televisor pantalla plana que se llevaron en el primer atraco iba a ser sorteado para cancelar unas deudas pendientes. Después de las malas experiencias que les correspondió vivir colocaron unos cerrojos en la puerta principal y quien vaya de visita debe anunciarse an tes, porque de lo contrario no le abren. En el interior del recinto lo primero que se observa es un altar de imágenes religiosas. De vez en cuando el padre José Ocaña reúne a varios de los abuelos para pedir por la paz y el cese de la delincuencia. La hermana Nery Boscán, una de las directoras del lugar, relata lo que vivió la enfermera la semana pasada. Cuando vio al hombre escondido por las jardineras se asustó, pero como estaba cerca de los interruptores de electricidad comenzó a apagarlos y encenderlos, y así logró que se fuera. Una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana, encargada de cuidar, no estaba en el momento y el departamento de Prevención y Control de Pérdidas de Petróleos de Venezuela tampoco se acercó, eso si se toma en cuenta que las instalaciones están en el campo Las Cúpulas, donde también viven familias ligadas a la primera empresa del país. Afirman que el sector El Golfito, donde está el conjunto residencial, se ha vuelto peligroso. Antes de que los asaltaran a ellos, primero atacaron una panadería. De lo que sucedió a princi pios de agosto, el padre Ocaña dice que sólo da gracias a Dios de...

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