Sonrisita de totalitario

En la toma de posesión de la Presidenta de Brasil, Dilma Roussef, el totalitario principal, se encontró con el mismísimo imperio de frente. ¿Qué hizo? Risitas y amapuches. De lejos dureza y de cerca flojito. Así pasó con Santos, que antes no era tan santo y palabras gruesas iban y venían. Al rey de España no le escu chó a dos puestos de distancia por qué no te callas. Con García ocurrió algo semejante. Aquí en el patio, el personaje resulta altisonante y el te esperamos y damos la vida es cotidianidad de la fantasía heroica. Cuando está a pocos pasos de aquel otro, resulta tembleque. Recordamos siempre la gesta del Museo Militar. Por otra parte, hemos visto por estos días las fotos en la prensa del ministro de Educación Universitaria...

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