Superhéroes de la liberación gay

De nutrirse de estereotipos homófobos a convertir a un gran superhéroe en un personaje gay hay un gran trecho. Las editoriales de cómics estadounidenses lo han recorrido lentamente, reflejando los cambios sociales y abriendo camino, poco a poco, en un mundo a veces dominado por la testosterona, la violencia y los valores conservadores. Ha habido instancias, sin embargo, en las que se han arriesgado de forma valiente, empleando metáforas o símbolos para asumir una diversidad que a veces se prohibía desde los códigos morales oficiales. El resultado es una normalización que ahora lleva bodas gay a las mismas portadas de las historietas. Linterna Verde nació en 1940. Es sólo dos años menor que Superman y uno mayor que el Capitán América. Como ellos, encarna un ideal, en términos algo más wagnerianos. Si Superman y el Capitán América tienen una fuerza sobrehumana por motivos diversos, Linterna Verde tiene un anillo hecho de un material verdusco y extraterrestre, capaz de hacerle volar, atravesar paredes y destrozar lo que se le ponga por delante. Su misión es defender la justicia y el bien. ¿Qué ha pasado para que, en siete décadas, ese personaje sea un ícono de liberación del movimiento gay? En los años cuarenta, Linterna Verde era un hombre casado y con dos hijos. En un número reciente de Tierra 2, una nueva serie de la editorial DC Comics, el Linterna Verde original, Alan Scott, saluda a su novio con un beso en la boca, mientras le dice: Dios mío, cómo te he echado de menos. En una de sus varias encarnaciones sucesivas, el superhéroe luce a su novio de la mano, sin importarle en absoluto el qué dirán. B y R. Implicaciones gay, en el mundo de los superhéroes, siempre las ha habido. La cercanía entre Batman y Robin no es sólo un asunto de chistes. El psiquiatra Fredric Wertham escribió en el año 1954 un sonado Ây hoy ridiculizado libro titulado Seducción de los inocentes. En él aseguraba que los cómics eran una mala influencia para los más jóvenes y que podían incitar a comportamientos delictivos. Aquello era en 1954. Tal co mo señala Ramzi Fawad, doctor en Estudios Norteamericanos, antes de los años sesenta los superhéroes encarnaban una gran masculinidad y abrazaban el ideal del vigilante justiciero para defender la seguridad nacional. Luego llegó una hornada de cómics revolucionaria, justo en el umbral de la década de los sesenta. La quintaesencia: X-Men, un cómic creado por Stan Lee y el...

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