Surge un consenso en Argentina: pagar la deuda

BUENOS AIRES--Argentina lucha con una economía que se desmorona y con el riesgo de una cesación de pagos de su deuda soberana. En medio de ese clima, ha surgido un consenso rotundo entre la clase empresarial, políticos del partido oficialista y ciudadanos de a pie: la presidenta Cristina Fernández de Kirchner debe llegar a un acuerdo sobre los US$1.500 millones que el país le debe a los bonistas que se resistieron a otras reestructuraciones ofrecidas por el gobierno, y debe hacerlo pronto.El gobierno, que empezó a ne gociar con un pequeño grupo de fondos de cobertura el lunes en Nueva York, tiene hasta fines de julio para llegar a un acuerdo o incumpliría sus obligaciones por segunda vez en 13 años.La perspectiva, terrible para un país con una economía en recesión y con una de las tasas de inflación más altas del mundo, hace que tanto aliados como detractores de la presidenta estén a favor de que Argentina cumpla una orden del juez estadounidense Thomas Griesa. El magistrado decidió que Argentina debía pagar a los fondos de cobertura que exigen la cancelación de los bonos que cayeron en default al tiempo del pago que Buenos Aires prevé hacer a inversionistas con deuda reestructurada tras la cesación de pagos del país en 2001.La solución es llegar a un acuerdo y la solución es pagar, obviamente, dijo en televisión Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires y figura central del movimiento peronista de Fernández de Kirchner.Por años, Fernández de Kirch ner prometió que nunca pagaría a los inversionistas que llama fondos buitres fondos de cobertura liderados por Elliott Management Corp. y Aurelius Capital Management LP, que compraron bonos en default a precios rebajados con la esperanza de recibir el pago de su valor nominal total. Su resistencia no tuvo mayores consecuencias en los últimos años porque Argentina vivía un auge, generando exportaciones récord de soya que le permitieron un gasto público generoso. Eso elevó la popularidad de la presidenta y en 2011 fue reelecta de manera contundente.Pero su amarga derrota frente a los fondos de cobertura en los tribunales de Estados Unidos ha coincidido con el aumento de los problemas económicos y políticos en Argentina. Hace unos días, su vicepresidente, Amado Boudou, fue acusado de soborno y cohecho. La tasa de aprobación de la mandataria se hundió a 26%, informó hace poco la encuestadora Management y Fit, y dos tercios de los argentinos prevén que la economía empeore en los...

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