Tareas para dejar de ser oposición

Vivimos un momento de reacomodos, caracterizado por el hecho de que se están exponien do al aire libre algunas contradicciones importantes en los dos bloques que polarizan la política venezolana. Hoy, quizás como en ninguna otra circunstancia, comienzan a mostrarse matices y diferencias que en el pasado reciente tal vez no eran imperceptibles del todo, pero quedaban relegadas a la sombra por la necesidad imperiosa de enfrenar al de enfrente, al enemigo o adversario principal.En el caso del chavismo, la realización del III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela tuvo como uno de sus resultados la consolidación del liderazgo interno del presidente Nicolás Maduro, cuestión que no estaba resuelta ni siquiera en los meses posteriores a la muerte del comandante Hugo Chávez.Las corrientes críticas o disidentes no tuvieron una expresión concreta ni la fuerza que les permitiera llevar al evento una agenda que le diera vuelta al encuentro y pusiera de relieve los temas que esos sectores, entre ellos Marea Socialista, veían asumiendo desde las páginas de Aporrea.org, reproducidos aho ra con gran interés por diversos medios. La disidencia en el chavismo no tiene hoy día ni la fuerza ni la incidencia en la estructura organizativa del PSUV para poner en riesgo su unidad ni en entredicho el liderazgo de la dirección encabezada por Maduro, aunque ello no implica que buena parte de las críticas que formulan no sea acompañada , aunque parcialmente, por sus bases e incluso por algunos dirigentes, solo que de allí a que esas coincidencias se traduzcan en acompañamiento organizativo y político el trecho es muy largo. Eso no quiere decir que desde el liderazgo rojo se pueda subestimar alegremente a estas corrientes que hoy buscan captar y sumar a individualidades descontentas.Al menos en esta coyuntura, hablar de división en el chavismo no es más que una exageración sin asidero real.No es el caso de la oposición aún agrupada en torno a la Mesa de la Unidad Democrática. En su seno ya hay un claro deslinde de posiciones con respecto al camino a seguir para convertirse en opción real de poder. Son protuberantes las claras diferencias entre el sector que lideran Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio Ledezma y otras individualidades y grupos radicales, por una parte, y el factor mayoritario encabezado por Primero Justicia, AD, UN Nuevo Tiempo y los gobernadores Henrique Capriles, Henri...

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