Tchaikovsky viajó al Medio Oriente a través de la Sinfónica Simón Bolívar

Contaba ayer en la tarde Eduardo Méndez Lozada, director ejecutivo del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, que el Royal Opera House de Mascate, complejo cultural que fue construido en un dos por tres en la capital de Omán, invitó a la Sinfónica Simón Bolívar y a su director titular Gustavo Dudamel desde el propio momento de su fundación, que se celebró en 2011. Pero la agenda de la orquesta y del aclamado barquisimetano no habían permitido que se concretara la cita, que procuraron fijar en época de invierno árabe, dado que en el verano las temperaturas suelen aproximarse a los 50° centígrados.Apuntó el ejecutivo, en víspe ras del histórico concierto que se ofreció anoche, que no era la primera vez que la institución actuaba en el Medio Oriente.Prefirió no ahondar en aquel acercamiento que ocurrió hace aproximadamente 30 años, cuando los músicos venezolanos desfilaron por escenarios de países asociados a la OPEP.Tiempos ancestrales, dijo Méndez sonriente.Minutos después la música probó, como es costumbre, su poder unificador. En el deslumbrante teatro, Dudamel y la Bolívar quebraron las barreras culturales, religiosas y políticas. A través de armonía, ritmo y melodía, fueron más allá del petróleo y le dieron forma a una experiencia que no le cierra las puertas a nadie, salvo, en este caso, a los que no pudieran o quisieran pagar 36 riales omaníes, monto que equivale a 98 dólares.El director, que cumplirá 33 años de edad mañana -quizá por eso su padre estaba presente en la sala-, y la agrupación, que por estos días conmemorará dos décadas de su debut, lucieron su mejor ros tro. Desde hace un par de años la Bolívar traspasó la pubertad.Primero dejó de ser infantil y luego se extirpó el título de juvenil. En el pasado quedaron las chaquetas tricolor, las vueltas a lo Salserín y los bocadillos con sabor a Mambo de Bernstein. Ahora se exhibe de gala y, con el ceño fruncido, viaja a través de complejas partituras.No hay un aniversario redon do ni una coincidencia particular, pero en lo que respecta a la Simón Bolívar y al sistema de orquestas pareciera el año de Piotr Ilich Tchaikovsky. Al ruso le rendirán homenaje en Caracas y Los Ángeles próximamente. El domingo, en la Salle Pleyel de París, no tocaron otra cosa que no fuera producto de su inspiración. Y anoche ejecutaron exactamente el mismo programa: La tempes tad , Romeo y Julieta y los cua tro movimientos de la Sinfonía N° 4 .Cruce cultural. Mascate es una...

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