¡No termina de despertar!

Aveces, de manera brutal, basta que asome por la ventana de mi cuarto la clari dad de la mañana para que se borren los buenos y malos sueños que me acariciaron o atormentaron durante la noche. En otras, tal como hacen algunos Nocturnos de Chopin, los sueños cruzan un arco radiante y luego se desvanecen suave y lentamente. En un instante se extinguen las rocambolescas peripecias que estuve protagonizando en casas en las que jamás viví en la infancia con seres muertos que aparecen en lugares que no fueron suyos; alturas y abismos de peligro, reiteraciones y persecuciones sin tregua que se interrumpen al despertar. Mary Ferrero, la esposa de Adriano González León, despertaba a Adriano en mitad de la noche para advertirle que en su sueño un hombre malencarado con camisa roja lo estaba buscando para matarlo. Adriano, sin abrir los ojos, gruñía o mascullaba: ¡Dile que no me has visto!, y seguía durmiendo, soñando tal vez que Mary lo estaba despertando para avisarle que un desconocido malencarado lo buscaba para matarlo y él gruñía mascullando un ¡Dile que no me has visto!.En todo caso, con estos sue ños míos que inevitablemente se desmoronan al amanecer no habría podido acompañar a los surrealistas franceses que convertían sus prodigiosos sueños en extraordinarias obras poéticas como acostumbraba hacerlo Robert Desnos muerto de fiebre tifoidea en el campo de concentración de Terezin en Checoslovaquia, ocho días después de ser liberado por el Ejército ruso en junio de 1945. En su último poema a Yuki, su mujer, y antes de que él se convirtiera en sombra de sí mismo, suspiró: Te he soñado tanto; hablado y caminado tanto y amado tanto tu sombra que has perdido tu realidad. Sólo me queda ser cien veces más sombra entre las sombras. La sombra que vendrá una y otra vez a tu vida iluminada. Mi amigo el fallecido poeta José Lira Sosa sufrió en vida la absurda, injusta y lastimosa confabulación de sus apellidos. Sin embargo, escribió Fiat Lux, un libro importante. En París...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR