Terrorismo amigo

Venezuela sigue siendo el país de las cosas insólitas y más ahora cuando el régimen bolivariano convierte cualquier hecho cotidiano en un traspiés ridículo o en una caída estrepitosa. Ayer, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estella Morales, que difícilmente les concede a los periodistas venezolanos unos minutos, estuvo bañada en agua de rosas y dio declaraciones a diestra y siniestra a la prensa. El milagro ocurrió en La Habana, en el principal país latinoamericano que reprime la libertad de expresión y que no permite sino la existencia de Granma, el diario oficial.

La magistrada Morales se despachó de lo lindo sobre el caso del terrorista Luis Posada Carriles, a quien se le detuvo, se le juzgó y se le encarceló en la Venezuela de la cuarta república por el criminal acto de atentar contra un avión de pasajeros que volaba con destino a Cuba.

Valga recordar que en ese momento, por encima de cualquier consideración política, la justicia venezolana no se quebró ni enredó el juicio ante las exigencias de sectores del exilio cubano para que se bien tratara al terrorista y a sus cómplices, que fueron procesados y condenados de acuerdo con la ley.

Muchos de ellos cumplieron su condena y salieron al exilio mientras que Posada Carriles urdió una fuga. Desde luego que el Gobierno de Venezuela activó todos los mecanismos internacionales para que este terrorista fuera atrapado y conducido a nuestro país para que terminara de cumplir la condena que los tribunales venezolanos habían dictado.

La sociedad venezolana rechaza el terrorismo y pide que se condene a quienes son militantes del terror con toda la...

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