Un título en estas fechas tiene otro sabor

Una sonrisa suele acompañar siempre a Carlos Maldonado. Ayer, por lo menos, tenía una gran razón, su primera Copa Venezuela y la disfrutaba a su manera. Es que una vuelta no se da todos los días, admitió el timonel, dueño de un placer tan personal como el almuerzo con tu familia después de quedar campeón. Es algo que espero, que disfruto, porque que tu esposa te vea a los ojos, y te vea con orgullo, el sentir que le cumplí a mi familia, eso no tiene precio para mí, es más que un premio. Son cosas que nadie me las quita, son las cosas que más disfruto del fútbol. Es el lado más humano del técnico ganador. Es que me educaron así, contó casi a manera de disculpa. Su carisma le ha hecho ganarse un hueco en el corazón de Puerto Ordaz en apenas año y medio, además del título del miércoles. -¿Recuperaron a la gente? -Sí, se recuperó y se ganó algo más porque de 10 fanáticos, 8 van con la camisa de Mineros, algo importantísimo que se ha conseguido con estos grandes jugadores. Esa pasión es muy importante porque nos obliga a sentir un compromiso que a veces con mil personas en la tribuna no lo sientes igual. Además, celebrar un título en estas fechas tiene un sabor especial. -Junto a la Navidad, este títu lo tuvo varios elementos emotivos como la muerte de Paul Ramírez, el accidente de Orlando Cordero, usted recordó a Pedro Febles. -Sin duda, estar en ese vestua rio te hacía tener muchos sentimientos. El fútbol sigue siendo táctico, técnico, es de herramientas que te ayudan a ganar pero sigue siendo el fútbol de piel. Futbolista que no sienta adentro en la sangre, que no vibre, no es futbolista. -¿Cuál fue el momento que más disfrutó? -Cuando los muchachos...

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