Toda familia es un infi erno

No hay como biógrafos y familiares de hombres célebres. Están condenados al odio. Unos buscan la verdad de los hechos, otros los disfrazan o los ocultan, como una forma de preservar las buenas costumbres ante los excesos cometidos en vida. No siempre tienen éxito, pero en el tránsito de semejante expurgación cometen desmanes. He aquí el caso de dos ingleses transgresores y sus proles acomodaticios. La familia de la escritora Jane Austen autora de varias novelas de éxito, entre otras Sensatez y sentimientos maquilló sus dia rios para que la posteridad la percibiera como una mujer devota, bondadosa y recatada. La esposa del lingüista, científi co, agente secreto, antropólogo, soldado y poeta, sir Richard Francis Burton, conocida como Isabel Arundell, quemó los diarios donde este explorador exquisito había anotado las costumbres sexuales de Oriente, fruto de su cuidadosa observación en numerosos viajes. Arundell, mujer católica criada en los caldos de la moral victoriana, no podía permitir Âcreía ella que la leyenda de su esposo incluyera datos como la traducción del famoso texto oriental erótico El jardín perfumado. Y lo lanzó al fuego. Sobrevivió la versión del Kamasutra y del Ananga Ranga, para suerte de la humanidad. Austen murió soltera a los 41 años 1816. Cassandra, la hermana mayor, su más cercana compañera, quemó y mutiló muchas cartas de la escritora. James Edward Austen-Leigh, uno de sus sobrinos, le inventó una vida que jamás existió: Cosía y bordaba del mismo modo que todo lo hacía: con exquisita perfección. Lord Bradbourne, sobrino y nieto a la vez, no se quedó atrás. Aseguró: Nadie tenía tan buen corazón como ella, ni mayor consideración por los sentimientos del prójimo. Lo curioso es que la personalidad de esta escritora era muy diferente. La correspondencia comple ta de Jane Austen, publicada en Inglaterra por Oxford University Press, en una cuarta edición revisada, en el mes de octubre pasado, gracias a la labor de restau ración de la investigadora Deirdre Le Faye, pone finalmente las cosas en orden. Al compararla con las ediciones purificadas de los miembros de su familia, surge de manera flagrante la mojigatería de una época que no...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR