Con todo y con nada

Contra el gobierno provoca ir, sin duda, con todo, el problema es que por ir con todo podríamos terminar yendo con nada. Echar para adelante todos los mecanismos democráticos que tenemos a la mano, una campaña para pedir la renuncia voluntaria del presidente, la activación del referéndum revocatorio, la enmienda constitucional y la convocatoria a una asamblea nacional constituyente, luce racionalmente posible pero no realista. La simultaneidad y multitud de caminos para llegar a un fin no solo recuerdan el viejo refrán quien mucho abarca, poco aprieta, sino que no toma en cuenta los incontables obstáculos para activar el único resorte que puede hacer efectivo cualquiera de esos recursos: la movilización popular.Hay formas procedimentales y razones de tiempo que hacen de la propuesta #VamosConTodo un enunciado en cierta forma falaz. Si el presidente mansamente acude al llamado popular y renuncia amorosamente a su cargo, es obvio que no se activaría el referéndum revocatorio, así como la preparación para una asamblea general constituyente requiere tal nivel de dedicación que hace imposible dedicarse simultáneamente a otras acti vidades. Todo hace pensar, entonces, que la ruta no es simultánea sino secuencial, y que los distintos mecanismos pacíficos ocurrirán de manera progresiva. Es decir, en la medida que uno de ellos sea inefectivo se pasaría al siguiente y se llegaría por último a la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR