'El trabajo nuestro es la desgracia de otros'
Cinco minutos pueden hacer la diferencia cuando se atiende una emergencia de carácter civil. Ese tiempo es crucial para salvar una vida o evitar el derrumbe de un edificio.
El incendio ocurrido en las instalaciones de Revlon en Boleíta Norte, hace una semana, evidenció que dar respuesta adecuada a siniestros de esa magnitud requiere aspectos técnicos y trabajo mancomunado entre las personas y organizaciones que integran las brigadas de socorro.
En estas situaciones se manifiestan las fallas estructurales que presenta la ciudad de Caracas. Fredery Calderón, presidente de la Asociación Civil por la Caracas Posible, plantea que la improvisación ante estos escenarios obedece a la falta de planificación urbanística y a que no se cumplen las normas básicas en seguridad e higiene ambiental. En el caso de los bomberos ve con preocupación que el número de efectivos no alcance para responder a las necesidades puntuales de una ciudad con 5 millones de habitantes.
Dotación. Rodolfo Briceño, ex comandante de los Bomberos del Distrito Capital, indica que lo ideal sería que cada ciudad contará con una estación por cada 100.000 habitantes, un bombero por cada 1.000 habitantes, una ambulancia de soporte básico y una de soporte avanzado por cada 25.000 habitantes y un camión-escalera por cada 250.000 ciudadanos.
Esta flota requiere renovación constante.
"Los equipos de los bomberos son los más caros del mundo. Se pueden comprar 10 patrullas con lo que cuesta un carro bomba. A veces es preferible adquirir 500 motos, es más factible y permiten cubrir más espacio", según Henry Valero, ex jefe de Riesgos Especiales.
En el caso de Venezuela hay 11.000 bomberos y de esos 3.100 se encuentran en Caracas distribuidos en 25 estaciones. Esto significa que, sólo en Caracas, hay un déficit de 12.400 bomberos, indica Calderón.
Eduardo Moreno, asistente del primer comandante de los Bomberos del Distrito Capital, asegura que las carencias son aún mayores en el interior del país.
Richard Crespo, Jeremy Castillo y Roraima Posse, miembros de los Bomberos del Distrito Capital, reconocen que en muchas oportunidades los equipos se quedan cortos para la cantidad de emergencias que deben atender. "Claro que siempre uno va a querer más, sobre todo durante los fines de semana. A veces 80 ambulancias son pocas para la cantidad de gente que asistimos". Aunque hacen la salvedad de que la brigada a la que sirven recibe dotación constantemente.
Motivos. A estos tres funcionarios les ha...
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