La trampa sale

  1. Dudo que exista en el planeta alguna institución que dedique más empeño a la promoción de sus supuestas virtudes y logros que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela. Todo me hace pensar que en sus oficinas dominan enormes espejos en los cuales las rectoras se miran a diario y exclaman: ¡Qué grandes somos! Regimos el mejor sistema automatizado del planeta y no hay país en el mundo que nos iguale en adelantos tecnológicos. Y se retocan el peinado para salir a declarar. La interrogante de si los ciudada nos estamos o no satisfechos con el autoproclamado mejor sistema del mundo no se la plantean en el directorio, máxima instancia de la institución, y, por lo tanto, no hay respuesta a las múltiples exigencias y reclamos respecto a múltiples asuntos, entre ellos los esenciales: oportuna divulgación de los resultados definitivos de eventos electorales referéndum, votos de los compatriotas que viven en el exterior y en plataformas de fácil acceso para la contraloría ciudadana; promoción efectiva de la participación; motivación de miembros y testigos de mesa; formación adecuada. Pero en cada elección el CNE nos impone una nueva maquinita, que refuerza la propaganda y el bombo institucional, sin ningún esfuerzo en responder sentidas inquietudes de los electores sobre la misma conveniencia de tanta parafernalia técnica y, muy en particular, la imposición de la máquina captahuella que genera la preocupación infundada o no de que el Gobierno pueda vulnerar el secreto del voto. 2. Asistimos a una elección cru cial. En términos de credibilidad, el CNE arranca con una pata coja. A contracorriente con la tradición que fijaba las elecciones presidenciales para el primer domingo de diciembre del año correspondiente, el árbitro electoral convocó las elecciones para el 7 de octubre y creó, potencialmente, la inconveniente situación de exponer al país a dos presidentes durante tres largos meses, situación que se agrava por los no santos antecedentes del Presidente en ejercicio. No hubo una explicación sobre el provecho de tal decisión y, por el contrario, no pocos venezolanos sospechan que tal convocatoria se realizó en beneficio del candidato del oficialismo, el Presidente en ejercicio. Pero lo que sí tenemos es una nueva maquinita, o la misma, ahora enchufada al dispositivo que acciona la máquina para votar que ha generado mucha inquietud en el votante. Nuevamente el CNE insiste en la parafernalia técnica, y no ha sido...

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