La trampa de la violencia

Ojalá y le pongan una pistola a tu mamá en la cabeza para ver si vas a hacer algo con tu policía corrupta. El mensaje de Twit ter no estaba dirigido a mí, pe ro me cortó la respiración, me subió la temperatura corporal y allanó profundamente mi pecho. Al momento de leerlo cruzaron por mi mente no menos de cien insultos y agresiones contra la mujer que lo escribió. Los dedos se me iban solos, pero la sensatez del hemisferio izquierdo de mi cerebro, ese que la neuróloga italiana Rita Levi-Moltancini consideraba el de la verdadera razón, pudo más que mis instintos primitivos y me llevó a que deshiciera de antemano todo intento de caer en esa trampa que no hace más que minarnos por dentro: la violencia.Nunca he podido enten der cómo un ser humano puede desear para otro lo que jamás quisiera para sí mismo, mucho menos si ese otro es un perfecto desconocido. Pero sucede, y con mucha más frecuencia de la que logramos digerir.Ivana de su perfil sólo men cionaré su nombre había sido asaltada días antes a mano armada por unos malandros, quienes según cuenta hasta la maldijeron. Acababa de conocer lo que se siente estar frente a una pistola y comentaba, en ese espacio del 2.0 donde todo cabe, que el atraco había ocurrido a 150 metros de uno de los numerosos puntos de control de la Policía de Baruta.Con toda la lógica de la rabia y de la impotencia insultó a sus victimarios.Para mi sorpresa, días des pués, el tono de sus mensajes y el objeto de su frustración mudaron de dueño y arremetió contra el Alcalde de Baruta con mucha más saña de la que derramó sobre los delincuentes.Me imagino que tú estás durmiendo bien rico mientras a muchos los están apuntando para quitarles todo. Eres tan corrupto como los malandros que tienes como policías.Hasta que soltó la frase que más perdura y perturba en mi memoria: Ojalá y le pongan una pistola a tu mamá en la cabeza para ver si vas a hacer algo con tu policía corrupta.Ese mismo día, casualmente entre comillas porque creo cada vez menos en las coincidencias, el director de Seguridad Integral de Baruta contaba cómo habían capturado a los asesinos de una niña de 12 años en el barrio Ojo de Agua. La experiencia de Comunidades Libres de Violencia, programa que lleva años de la mano de PoliBa ruta y de la Alcaldía, estaba dando frutos, tanto que los índices de delitos en esa zona se redujeron a su mínima expresión. Pero en Venezuela, el tercer país más peligroso del planeta, a pesar de ese y otros muchos esfuerzos, esa...

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