La transición

No voy a hablar sobre la transición política sino sobre la transición econó mica. La necesidad de salir de la actual situación de infl ación galopante, escasez y recesión exige un nuevo modelo de desarrollo y un manejo diferente de las políticas macroeconómicas. Tal cambio, sin embargo, no puede realizarse bruscamente si se aspira a recuperar la democracia. Quienes creen en la aplicación de recetas de libro de texto para volver a los equilibrios económicos cometen un grave error. Porque los desequilibrios a los que nos han llevado las actuales políticas son de tal magnitud que tratar de borrarlos de un día para otro tendría graves consecuencias políticas, sociales y económicas.Al respecto cabe citar dos ejemplos. Uno es el del precio de la gasolina. Su nivel actual es tan absurdamente bajo que intentar llevarlo en poco tiempo a niveles razonables, tales como cubrir el costo de producción o acercarse a los precios internacionales, provocaría una debacle. Elevar sin transición un precio tan crucial en, digamos, más de 500% resultaría inaceptable para la población y para el aparato productivo. El otro ejemplo es el de la tasa de cambio. Fijar de repente un tipo de cambio único, lo que aparece como un objetivo sensato, es casi imposible ante la dispersión de los actuales cambios diferenciados que abarcan desde 6,3 bolívares por dólar hasta casi los 800 bolívares en el mercado informal.El caso de Chile en la época de la dictadura militar, que algunos encomian, puede ser aleccionador. Sobre el tema vale la pena citar lo que dice el profesor británico Edwin Williamson en su libro The Penguin History of Latin America.En el mismo expone: La junta militar tenía la determinación de desmantelar el sector estatal de la economía e imponer disciplina financiera y principios de libre mercado. Pero después de 40 años de desarrollo dirigido por el Estado y alta infl ación crónica, un retorno repentino al liberalismo económico causó una depresión por la cual millones de personas fueron pauperizadas.Basa su afirmación en cifras que no tenemos espacio para repetir, pero de las cuales...

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