Tren y desierto

Probablemente muchas de las cosas que escribiré aquí serán misterios insonda bles si quien me lee tiene 30 años de edad o menos, pero hubo una época en la que la vida cotidiana era menos agresiva con el medio ambiente, y eso fue apenas anteayer. Íbamos al supermercado a hacer las compras y la misma la colocaban en enormes bolsas de papel marrón. Hoy el cálculo es que se producen 1 billón de bolsas plásticas comerciales en el mundo por año. Es decir, 1 millón de millón, o un 1 seguido de 12 ceros 1 cada 2 días por cada habitante de la Tierra. Aquellos que van al supermercado con su bolsa de tela ecológica reutilizable son vitoreados como héroes. Hace 30 años no había que vitorear a nadie. En los años cuarenta todas insisto en que no son algunas, sino todas las botellas eran de vidrio reutilizable o reciclable. Las de leche y las de soda. Las de refresco y las de medicinas. Todas. La irrupción de la botella de plástico comercial se dio en la década de los cincuenta del siglo pasado, y se calcula que desde entonces la humanidad ha lanzado 1 millardo de toneladas o un 1 seguido de 12 ceros de kilos de plástico sin reciclar. Se calcula que se necesitaran varios miles de años para que se degrade. Hoy en día quien inventa, usa o induce a usar un plástico biodegradable de impacto ínfimo ante el desastre ya causado es alabado como un Dios. Hace 50 años no había necesidad de alabar a nadie. Todavía hay casas muchas en las que funciona y es de uso cotidiano un teléfono de ruedita, un radio empotrado en un mueble o la vieja amasadora de pan. Mientras fue costosa, la tecnología doméstica se hizo para durar. Nadie había oído hablar del término obsolescencia programada diseño de aparatos para que dejen de funcionar en un tiempo y así poder vender más y cuando un aparato se nos dañaba, la primera medida que se nos cruzaba por la cabeza era repararlo. Vengo de una generación que sabía para qué servían los carboncitos de la licuadora que se desgastaban. La misma que llevaba a reparar el televisor. Cincuenta años después, entre China y Estados Unidos se producen 6 millones de toneladas anuales de Basura de Equipos Eléctricos y Electrónicos WEEE, por sus siglas en inglés y se calcula que con la irrupción de la India la cifra aumentará 500% en la próxima década. Nunca en la historia una casa promedio había tenido tal número de baterías en casa, por ejemplo. A los que reciclan las baterías los vemos...

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