El trombonista del Titanic

Algunas de mis amadas mujeres me han montado los cachos y me han maleteado.He perdido casi todo: 2 apartamentos, 9 neveras y 14 televisores. Sin embargo, no me hundo.Comienzo de cero y me vuelvo a enamorar.Con este gobierno también debemos empezar de cero.Somos como la tripulación y los pasajeros del Titanic, incluyendo al trombonista que tocó el día de la tragedia.Mientras el Titanic se hundía, este músico, junto con sus compañeros, tocaba alegres canciones. Aterrorizados, algunos soltaron los instrumentos y se lanzaron al agua. Pero el del trombón, no. Cuando llegó el momento inevitable, se lanzó y la maleta del trombón flotó, salvándolo.No me gusta este gobierno, en tre otras cosas, porque ha desmejorado nuestra vida. La vida es una casualidad tan increíble, que tenemos derecho de vivirla y de la mejor manera.Recordemos que algún día fuimos 400 millones de espermatozoides y un óvulo viviendo en 2 personas que seguramente ni se conocían. La vida es una sola y muy cortica, y tiene sentido en la medida que podamos ser felices.La felicidad colectiva depen de de la felicidad individual, del cariño que nos dieron nuestros padres cuando éramos niños.La felicidad, en sí misma, es una paradoja, es etérea, es invisible y, como la libertad, se concientiza solo cuando no se tiene.El fenómeno Chávez-Maduro no es nuevo. Han existido muchos casos en la historia, pero, a la...

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