En la UCV el desorden se traduce en violencia

En la entrada de emergencias del hospital clínico de la Ciudad Universitaria quita ron la cinta amarilla que el lunes resguardaba el lugar donde mataron a dos personas. Las cosas vuelven al desor den habitual. Los vendedores ambulantes comenzaron a colocarse en los alrededores del centro de salud: a un lado, un anciano vendedor de chupetas y, del otro, alguien más joven tiene una pequeña cava y termos de café. Están ahí a plena luz del día, aunque el Consejo Universitario sólo les permite trabajar entre las 7:00 pm y las 7:00 am. Son apenas dos de las sesenta personas dedicadas al comercio informal en el campus, según un censo de la universidad. En el medio de ambos vende dores hay un grupo de mototaxistas. El director de Seguridad de la universidad, Daniel Rivera, indicó que la cooperativa que presta este servicio se formó por iniciativa de personal del hospital, que es manejado por el Gobierno. Deberían ser sólo doce, pero hay más de veinte. En este ambiente ocurrió el crimen en el que resultaron víctimas Alfredo José Hernández, de 33 años de edad, y Néstor Daniel Barajas, de 35 años. El primero estuvo preso dos veces por averiguaciones sobre homicidio y drogas, mientras que el segundo no tenía antecedentes. Lo mataron porque estaba armado y aparentemente se involucró en el conflicto de Hernández. Trabajaba como jardinero en los alrededores del hospital. Las primeras señales de lo que podría ocurrir surgieron el 2 de agosto. Rivera dijo que Hernández tuvo que refugiarse en el hospital porque le exigían cuentas sobre una moto Suzuki GN 125 cc color rojo que era usada por otro mototaxista. El vehículo desapareció del lugar donde opera la cooperativa luego de que supuestamente le copiaron las llaves. Al día siguiente, la situación en los alrededores del Clínico fue vigilada por oficiales de seguridad de la universidad y no hubo enfrentamiento. El fin de semana también estuvo tranquilo. Las cuentas se arreglaron a tiros el 6 de agosto a las 6:30 am. Los agresores sabían que a esa hora hay poco personal de seguridad, aún más durante las vacaciones. Sabían que en los accesos al campus no están los funcionarios policiales que fueron apostados desde abril del año pasado para calmar las protestas estudiantiles por la muerte de Pedro Trejo, que cursaba Administración. Cuando comenzaron los dis paros, el único vigilante en la vía de...

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