El uso de los refranes

La distancia forzosa que Chávez ha tomado de la tribuna pública ha hecho depender las mani festaciones de su voluntad política de los remedos de ministros y simpatizantes. Así, por ejemplo, Andrés Izarra, Jorge Rodríguez o Mario Silva hablarán del majunche al término de un intervalo en que el recuerdo del Presidente de la República brota de su ausencia, de la peor conjetura sobre su estado de salud o del éxito de convocatoria de un evento organizado por la oposición. La periodicidad de Aló, Presidente se ha visto perjudicada con la enfermedad de su estrella principal y, a diferencia del Sábado Sensacional animado por Amador Bendayán, no hay por los alrededores ningún Gilberto Correa que le haga el quite para, a última hora, apoderarse del vodevil. Aquel chistecito mustio del co mandante Chávez contra la oposición Âcanturreando en su programa la balada ¿Qué tal te va sin mí?, de RaphaelÂ, parece haberse vuelto en su contra. El chavismo como movimiento depende de un presidente candidato que se ha consumido hasta los límites del enigma. Y el espíritu militarista de una revolución pacífica pero armada parece ser su primera debilidad. El ciclo que comenzó el 4 de febrero de 1992 depende sólo de Chávez, jefe de campaña y líder espiritual. Sin embargo, entre círculos bolivarianos y PSUV, la estructura del chavismo está lejos de ser tan dura como la cultu ra de cuartel en que se inspira. ¿A qué me refiero cuando hablo de estructura? En Los orígenes del totalitaris mo, Hannah Arendt señala que uno no debería olvidar que sólo un edificio puede tener una estructura, pero que un movimiento ... sólo puede tener una dirección. La lógica de los sistemas totalitarios depende del conjunto de ideas simples que articulen una línea de transmisión de poder y del discurso de una personalidad autoritaria que, como la de Chávez, nunca sea puesta en duda por sus seguidores: La dominación totalitaria Âescribe Arendt busca abolir la libertad, incluso eliminando la espontaneidad humana en general, sin que importe la existencia de una restricción tiránica de la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR