Vamos a jugar a la cola

Me la paso imaginando algún negocio posible para aprovechar el gentío que hace cola en farmacias y supermercados: leerles el tarot a los consumidores, hacerles la revolución solar, ¿qué tal la manicure? En fin, cualquier posibilidad de meterme unos churupos con el valor agregado de que ya estaba en el supermercado y ahorraba gasolina.Después se me ocurrió al go más divertido: un juego de mesa destinado a entender por qué todo estaba tan caro o a cuenta de qué los anaqueles lucían vacíos. Una genialidad, pensé, y hasta me imaginaba a uno que otro ministro aprendiendo nociones básicas de economía sin necesidad de estudiar matemáticas.Pero típico mío: cuando ca si tenía el diseño listo me enteré de que el juego ¡ya existe! Se llama La Cola, nació en Polonia, está ambientado durante el imperialismo soviético y acaban de lanzar la versión en español. Quienes lo han jugado dicen que es el Monopolio pero al revés, porque los contendientes, en lugar de avanzar para comprar casas y hoteles, se dedican solamente a hacer cola y gana quien logre, a punta de palancas, llegar al principio. De hecho, lo máximo en La Cola polaca, vaya casualidad, es conseguir mantequilla y papel toilette, y aunque el juego está inspirado en lo que fue Polonia durante el comunismo, igualito que aquí sólo se avanza si tienes amigotes en las altas esferas, eres del partido de gobierno o un tramposo que se vale de lo que sea para lograr sus fines.El juego comienza cuando cada quien hace una lista de lo que necesita y de allí en adelante debe hacer lo que sea para llegar a los productos antes de que se agoten. Pero, igualito que aquí, la compra está llena de obstáculos. Cada jugador avanzará o retrocederá de acuerdo con lo que le digan las tarjetas que debe tomar según la casilla donde caiga, tipo Monopolio. Sólo que en lugar de Cobre 200 sin pasar por Go, la tarjeta puede decir Amigo en el Gobierno, lo que le permitirá avanzar en la cola por encima de todos los demás. Y si le sale Eres líder del Partido, el jugador tendrá acceso a tiendas especiales así como a viajar y comprar divisas baratas, para revenderlas en el mercado negro.Diseñado por el Instituto Po laco de la Memoria Histórica...

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