La verdadera revolución femenina: cuidarse a sí misma

Es un hecho que la mujer desem peña muchos más roles que en otros momentos de la historia. Ahora, ade más de las actividades que tradicional mente se con sideraban femeni nas, como ser el centro del hogar, también tiene oportunidades de realizar se profesionalmente y ocupar cargos de altísima responsabilidad con altas remuneraciones económicas. Hoy podrían, perfectamente, ser el objeto de envidia de las primeras luchadoras femeninas que reclamaban, con justa razón, la igualdad de derecho entre los sexos. Sin embargo, la mujer contemporánea Âen ocasiones suele manifestar una profunda insatisfacción, que puede afectar su salud física, mental y social. No es fácil identificar la raíz de este malestar, pero quizás las múltiples ocupaciones que asume le impiden cuidarse a sí misma. La psicóloga Zulme Lomelli explica que la mujer, al tiempo que está definida por una determinación biológica y hor monal particular, también vive su vida cargada de creencias de vieja data. Tengamos o no hijos, estamos criadas para ser madres, señala. Pareciera que se sintiera responsable del cuidado, la protección y la nutrición de todos los frentes que debe atender en su día a día. Esto es una carga inmensa, que la hace dirigir sus energías hacia el bienestar de los demás, pero se queda sin fuerzas para identificar sus deseos. El problema radica, según Lomelli, en que existe una desatención a la esencia misma de su ser, que conlleva a cometer errores como tratar de igualarse con los hombres, considerar como una debilidad características propias Âcomo la capacidad de conectarse con sus emociones y autosabotear sus metas con excusas como no tengo tiempo, la maternidad/trabajo me absorbe demasiado, por citar algunas. Pura Zavarce, psicóloga, con sidera que esta pérdida de contacto personal lleva a algunas mujeres a desconocer quiénes son y hacia dónde quieren ir. De aquí, surge el miedo de tomar decisiones que cambien el rumbo de su destino y se condenan a vivir alejadas de su situación ideal. Esta realidad abre el camino para una renovada revolución femenina, en la que ellas vuelvan la mirada hacia sí mismas y se cuiden de igual forma que han cuidado a otros. Manos a la obra. Ambas espe...

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