Victoria en silencio

En varias novelas de Victoria de Stefano, la charla parece por contraste el preámbulo de la creación. Una comilona o una fiesta tienen, paradójicamente, la condición gregaria de la parálisis: por ellas se pospone lo único que vale como acción Âla problemática eventualidad de la escritura. Los lectores de esos libros nos damos cuenta de que esas reuniones tienen mucho de trámite espinoso: los vínculos entre los personajes que interactúan allí son tensos, casi obligatorios, como si las circunstancias que los acercaran fueran la secuela de un escarmiento. Sentarse a comer en compañía, compartir unos tragos o pasarse un chisme fresco terminan siendo las formas sociales del hastío. Por suerte, más adelante el penitente será reivindicado: en un espacio ordenado a su gusto y conveniencia, esa persona encuentra el desahogo de las letras. El escritor de La noche llama a la noche no asiste a la cena de la familia de Matías en el capítulo IV, pero su presencia en las secciones que la preceden y la siguen son señal de la disparidad. Lo que ocurre entre Ramón, Cecilia, Carlos y la abuela es un modelo de disfuncionalidad: se relata recuerdos de viajes, se admite la falta de memoria para ciertas cosas, se habla del vino, se critica al ausente, se lamenta el tener que estar ahí... En montones de películas hemos visto esa escena Âgrave, cómica, desesperanzada. Antes, el hombre que debe restaurar la historia de Matías ha dado fe de la dureza de escribir y, como signo de espera e impaciencia, fuma hasta que la colilla le quema los dedos; luego, nos enteramos de que el hijo pródigo ya se suicidó Âsuponemos que la narración del hecho cumplido está firmada por ese mismo hombre, que pronto reflexiona sobre la dificultad de su tarea: El problema está en querer escribir de una manera imposible, como si la escritura pudiera, además de atrapar las sutilezas de la significación Âes decir al otro, aquel para quien hablamos y a quien presumimos revelarnosÂ, corresponderse con los modos del ser y del conocer. El contrapunteo entre chá chara y meditación es una...

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