Lo que viene es lo mejor

Quizás para ser feliz haya que fracasar demasiado. He pensado en esta idea después de leer dos libros que unos años atrás jamás hubiera ni siquiera ojeado. El primero, La búsqueda de la felicidad Alienta, 2011, lo escribió un profesor que se graduó en Harvard, Tal Ben Shahar, y hoy da clases en Israel. Es escritor y ofrece conferencias por todo el mundo. El otro es Envejezca con desver güenza: el resto de su vida es lo mejor de su vida, de David Brown Panamericana, 2011. Lo compré porque estaba en las listas de los más vendidos de una librería y quería entender por qué los lectores se habían detenido en sus ideas. Lo primero que me sorpren dió fue descubrir al autor: David Brown, periodista, crítico teatral y productor de cine estadounidense. No era un gurú obeso de espiritualidad, sino el hombre que produjo El golpe 1973 de George Roy Hill; y más tarde colaboró en Tiburón 1975, Cocoon 1985 y Conduciendo a Miss Daisy 1989, sólo por citar éxitos de taquilla con guiones excepcionales. Ambos autores transitan por caminos paralelos. Se preocupan por el enigma de la felicidad. Ambos están preocupados porque sus lectores lleguen a ser personas más sanas, que disfruten la vida y se quiten de encima las exigencias y las emociones negativas que muchas veces conducen a la muerte. Sólo hay algo que los diferencia hoy en día. Shahar está vivo en Israel y todas las noches le pregunta a su hijo David qué hizo durante ese día que haya sido divertido. Es un ritual en el que ambos se autoalimentan y disfrutan. Brown murió el 1 de febrero de 2010, en su apartamento de Manhattan. Brown, el más viejo de los dos, escribió el libro divertido, el irreverente, el políticamente incorrecto. A este productor de Hollywood no le interesan las estadísticas ni las investigaciones. Su libro reúne un conjunto de convicciones íntimas acerca del arte de envejecer sin entregarse. Ni le preocupa a veces parecer misógino. Hay frases para todos los gustos en el libro de Brown, una suerte de reservorio de inteligencia cotidiana extremadamente útil para sentirse joven hasta los 100 años de edad. Una de las frases del libro que más me impactó fue: Si usted no supiera cuantos años tiene, ¿cuántos años tendría?. Se la dijo a...

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