Desde La Cañada las visitas se hacen a caballo

Cómo llegar. La Estancia La Cañada queda en Escagüey, en plena carretera Trasandina, en esa vía preciosa que va desde Barinitas hasta la ciudad de Mérida. Sepan que hay paso perfecto por la carretera, con fallas de borde antes de Santo Domingo Âdonde están las máquinas trabajando y otras entre Mucuchíes y Cacute marcadas con amarillo. Mi recomendación es viajar de día, no sólo por seguridad sino para gozarse el paisaje. A caballo es más genuino. Tato nos espera con los caballos ensillados. Los mantiene sanitos y mansos. Capó a los machos para que no se alboroten en el trayecto por estar peleando a ver cuál obtiene los favores de la yegua. Hizo unos cursos de veterinaria y ahora es el médico de los animales en todos los alrededores de Cacute, donde tiene su casa. Es un paseo para ir despacio por caminos anchos donde pudieran pasar carros de doble tracción. Lo que sucede es que la gracia es hacerlo a caballo. Sentirse parte del paisaje. Volver al transporte campesino de otros tiempos. O sentirse en película de vaqueros. Atravesamos un bosque de pinos sembrado por la Facultad de Agronomía de la Universidad de los Andes. Por ahí corren los zorros, pero es difícil verlos. Desmontamos un ratico para ver el paisaje y comer un dulce de leche en tubito. Aprovechamos para averiguarle la vida a un campesino de reciente data. Se fue de Caracas y ahora cultiva la tierra. Está sembrando cebolla. Maritza Elena Âvigilante a tiempo completo de su cuenca, su río y su valle le pregunta si no se trata de ajo. Nos explica que utilizan mucho veneno en estas cosechas y contaminan los ríos. Me encanta preguntar. A veces nos dejamos absorber por las urbes. Siempre quiero saber qué ocurre en todo el país. Hay que explorar fuera de las carreteras. La casa de Encarnación. A Ma ritza Elena le preocupaba que estos paseos se limitaran a la experiencia de andar caballo y ver la montaña. Como es amiga de todos los vecinos, los visita con frecuencia y conoce sus vidas, resolvió incorporarlos. Esta ruta agroturística Estiti la diseñó junto a una compañera de la universidad, porque ahora resolvió estudiar turismo. Se acercó a cada uno para indagar qué podían ofrecer. Salió contenta con los resultados y ellos dichosos al ser tomados en cuenta. Entramos en la casita de En carnación. Una vista de valle, montaña y siembras es el recibimiento. Pollitos alborotados y la madre encerrada. Es que si la soltamos los pollitos la siguen y se pierden. Hay que esperar que estén más...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR