¿Enfermo yo?

Todo el mundo conoce a una persona así: aunque se siente mal, no va al médico, no se hace un examen ni reposa. "Cuando una persona cae en negación, por lo general hablamos de un modo de reacción defensiva ante una amenaza. Para algunos resulta muy difícil aceptar que pueden estar enfermos y usan la negación como una manera de rechazo", explica el psiconeuroinmunólogo Omar Barrios Castiblanco. "Está el negador que se resiste a creer que está enfermo como un mecanismo de retardo hasta llegar a esa aceptación. También está el que en esencia no está dispuesto a asumirlo, que es el que se puede complicar más si mantiene esa posición". Si bien hay trastornos no amenazantes que pueden tener cierta "paciencia" hasta que el individuo acepte tratarse, otros no admiten mayor espera. "El médico tiene un rol fundamental en ese aspecto y debe tomarse el tiempo para explicarle bien qué tiene o cuáles son sus factores de riesgo, por qué es importante que los asuma y por qué le conviene colaborar. Hay pacientes que no ponen de su parte hasta que no se topan con un médico que les explica las cosas en términos que pueden entender o que los hace sentirse apoyados", dice el experto. Pero no sólo una persona enferma es capaz de caer en negación. Nunca falta una mujer con múltiples antecedentes de cáncer de mama que se resiste a hacerse una mamografía anual, o un hombre que intuye que podría ser cardiópata pero que no se examina bajo la premisa de que el que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR