Un zancudo entró al búnker de las cepas

E n la puerta del laboratorio hay personas con exámenes médicos en la mano. Todas tienen la expresión de no querer leer lo que están a punto de leer. Algunos abren el sobre rápido, para no estirar inútilmente la realidad.Otros dan varios pasos mirándolo, esperando que el tiempo modifique las palabras. Unos llaman por teléfono y leen en voz alta los resultados. La mayoría guarda el papel y sigue su camino.Pocos hacen gesto de alivio. Nadie quiere enterarse de que está enfermo.La Unidad de Atención al Paciente del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel queda a un costado del edificio blanco del instituto, creado en 1938 por el general Eleazar López Contreras. Para llegar hay que atravesar la Universidad Central de Venezuela, pasar el Hospital Clínico Universitario y casi rozar la montaña. Es un lugar fresco, con árboles, húmedo: una pequeña colina separada del ruido de autobuses y motos. Hay torniquetes de seguridad en la puerta principal y vigilancia. A pocos metros queda la nueva sede del Centro Nacional de Vacunas. En las salas de espera hay fotos de Bolívar, de Chávez y de Maduro.También hay vallas de la última campaña electoral del fallecido presidente. El INHRR está adscrito al Ministerio de Salud y se nota.Este es el Saime de las enfermedades. El búnker de la inteli gencia epidemiológica. Aquí está la base de datos de todos los virus, bacterias, hongos y demás padecimientos que aquejan a los venezolanos; aquí se diagnostica, se investiga, se controla y se produce. También se da el veredicto final sobre una nueva enfermedad que entró vorazmente al país: solo si aquí confirman la presencia del virus chikungunya en un paciente el gobierno nacional lo admite como un caso oficial aunque, desde de junio, las sociedades médicas han informado sobre miles de registros basados en análisis clínicos hechos en los centros hospitalarios ubicados en zonas endémicas.¿Cómo es el orden de estas cavas? ¿Cuál llegó primero?, pre gunta una bioanalista que sale con gorro y guantes de los únicos dos cubículos que están funcionando.Le señalan una muy pequeña y un hombre que espera hace rato levanta la mano y dice que él la trajo. Ella la agarra y se la lleva.En una mesa debajo del televisor que transmite un programa de chismes de la farándula hay cinco cavas pequeñas. Algunas son plásticas de material duro y otras de un anime gastado que pareciera haber sido revolcado por el mar. Todas están identificadas con marcador: Aragua epidemia; Aragua muestras...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR