Zapata es cómico

Viajar con Zapata era un privilegio. Pasar un día con él era como escuchar durante un año a un gran y ameno profesor de cultura general. Me permitía ser testigo de sublimes e inteligentes ironías, de un raciocinio maduro y cruel sin ser mortal.Por su agudeza e ingenio, durante los viajes que hicimos, aprendí cosas que solo él podía enseñar. Escuchar a Zapata escapa de la normalidad, porque Zapata no es normal.Se le puede aplicar una máxima que él inventó: Todo humorista tiene una enfermedad mental que le impide ver la realidad tal cual es.En esos viajes, nos dábamos cuenta viendo tantos desmanes y locuras por todas partes de que, quizás, Venezuela es el único país del mundo donde la realidad está tan distorsionada que hay que ponerla normal, para después convertirla en hecho humorístico.Un día, en Maracaibo, se acercó un señor con cara de sobrado e increpó a Pedro León.--Maestro, ¿cuál es la dife rencia entre un cómico y un humorista?, porque usted de cómico no tiene nada. Usted es humorista, ¿verdad? --La diferencia es sencilla, mi estimado contestó Zapata. Un humorista es un cómico que ha fracasado.El preguntón quedó en una pieza, ya que esperaba que Zapata le diera una respuesta pedante, diciendo que un humorista es un intelectual que nunca hace reír sino pensar o algo así. Luego, con saña, remató: --Amigo, yo conozco a mu chos autollamados humoristas que comenzaron echando chistes y cuando se dieron cuenta de que nadie se reía se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR