Zarabell consiguió su nicho de mercado en los centros de salud

Rosabell Villamizar participó en la última edición del Programa de Emprendedores del Instituto de Estudios Superiores de Administración, cuyo eslogan es venga con una idea y salga con un negocio. Ella es cirujano plástico y ese día entró al IESA con un proyecto debajo del brazo y salió con otro. Mi idea inicial era crear un spa, pero distinto a los que abundan en Caracas, cuyos costos limitan el bienestar que ofrecen a un selecto grupo de clientes. Quería hacer uno asequible a cualquier presupuesto, dice. Aunque no ha desechado la idea, reconoce que la situación que vive el país frenó sus intenciones; sin embargo, no desperdició los conocimientos de finanzas, de mercadeo y atención al personal que aprendió en el taller y decidió aplicarlos a la empresa familiar que hace 40 años fundó su mamá, Domitila Molina. Ella es costurera y siempre trabajó en varias empresas dedicadas a la industria textil; llegó a desempeñarse como gerente general, pero en 1970 decidió montar su propio negocio. Ese año Molina unió sus aho rros de toda la vida y las prestaciones de su trabajo anterior y junto con los recursos de una comadre montó Zarabell, un taller de confección; se especializó en ropa para damas, en tallas pequeñas. Eso le abrió muchas puertas a mi mamá porque en esa época no había mucha oferta de esas prendas, indica Villamizar. En poco tiempo Za rabell hizo una amplia cartera de proveedores y clientes. Llegó a colocar mercancía en Beco y Sears. Sin embargo, luego de 28 años de trayectoria, las condiciones económicas del país comenzaron a dificultar las operaciones. No e s n u e v o que la gente prefiera importar Âporque es más barato que comprar la producción nacional; ya eso ocurría en ese entonces y afectó mucho a la industria, indica Villamizar. Giro de 180º. La cirujana plás tica, que en ese tiempo trabajaba en el hospital Domingo Luciani, en El Llanito, Caracas, recuerda que no le gustaban los monos quirúrgicos que debía usar y que un día uno de sus colegas llevó uno que le llamó la atención. Me gustó mucho, entre otras cosas, porque era reversible; le pregunté dónde lo había comprado y me respondió que lo había traído de otro país. Inmediatamente se lo pedí prestado. Villamizar llegó con el mono a Zarabell y le pidió el favor a su mamá que le hiciera uno similar. Molina...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR