En cuatro años China se convirtió en el primer acreedor de Venezuela

"Yo estoy enamorado de China y de la revolución China", dijo el presidente Hugo Chávez durante la firma de memorandos de entendimiento con la Corporación Internacional de Inversiones, conocida como Citic Group, y el Banco de Desarrollo Industrial. Lo acordado en ese acto se traduce en un repunte en el financiamiento y en los proyectos de ese país, que en sólo cuatro años pasó a convertirse en el principal acreedor de Venezuela. El protagonismo que ahora tiene esa nación en las finanzas venezolanas propició que, a principios de este año, una misión del Banco de Desarrollo de China visitara Caracas. Según fuentes vinculadas con el Ministerio de Planificación y Finanzas, la delegación se desempeñó semejante a los equipos de supervisión del Fondo Monetario Internacional. Solicitaron cuentas de los ingresos petroleros y fiscales, así como proyecciones. La misión también pidió información sobre los avances de las obras de infraestructura portuaria y de transporte masivo, proyectos en los sectores agrícola, petroquímico, minero, siderúrgico, equipos de inspección de aduanas, entre otros, que están financiando con los desembolsos provenientes de Pekín. La razón fundamental de la inspección es que los acuerdos de desembolsos aumentaron 700%, al subir de 4 millardos a 32 millardos de dólares entre 2007 y 2011. Este financiamiento se paga mediante el envío de crudo y productos refinados, principalmente fuel oil, por parte de Petróleos de Venezuela. Para este año debe despachar, por lo menos, 250.000 barriles diarios para ir amortizando la deuda. Esa cuota subirá a 300.000 barriles diarios a partir de 2012 y mantenerse así hasta 2020. El Gobierno venezolano considera que es un error contabilizar los préstamos de China como parte de la deuda pública externa. Sin embargo, los organismos multilaterales y la comunidad financiera internacional sí lo incorporan como parte de las obligaciones de la República. "La deuda con China la contrata el Banco de Desarrollo Económico y Social de la Nación y por eso no entra en las cuentas del Gobierno ni del sector público restringido, pero nosotros lo sumamos porque se va a pagar con los mismos dólares del petróleo", explica Alejandro Grisanti, representante de Barclays Capital. La necesidad de una mayor flexibilidad en la contratación y la búsqueda de un financiamiento más barato son dos de los aspectos que privilegió el Ejecutivo cuando recurrió a este tipo de financiamiento. "Una deuda con el Bandes aligera los...

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