El confidence gap: un insumo psico-político para la estabilidad del sistema democrático venezolano

Autoŕngel M. Oropeza
CargoUniversidad Simón Bolívar-Venezuela
Páginas41-68
Cuestiones
Políticas
No.
20,1998,
41-68
lEPDP-Facultad
de
Ciencias
Jurídicas
y
Políticas
- LUZ
ISSN
0798
-1406
El
confidence
gap:
un
insumo
psico-político
para la
estabilidad
del
sistema
democrático
venezolano
Ángel
M.
Oropeza
Z*
Resumen
El presente trabajo parte de la hipótesis central que, en vista de la relativa
estabilidad del sistema políticovenezolano, vía noparticipación masiva de la gen
te en comportamientos antisistema, deberíamos encontraren Venezuela una bre
cha o
"gap"
-siguiendo la terminologíaacuñada por Lipsety Schneider- relativa
mente elevada entre la expectativa favorable del venezolano sobre su situación
personal
futura,
ysu percepción o expectativafavorable acerca del
futuro
delpaís.
Para
ello,
se
recurrió al análisis de datos contenidos en la
encuesta
"Latinobaró-
metro 1995", la cual fue realizada no sólo en Venezuela sino en otros siete países
de América Latina. Los resultados encontrados permiten demostrar la validez de
lahipótesis propuesta.Este
"gap",
sin embargo,se comportade manera diferente
cuando relacionamos la situación personal con la situación económica, que cuan
do asociamos la primera con la situación política, la cual pareciera
ser
menos per
meable a su influencia. De igual modo, estas relaciones perceptuales se
modifi
can sustancialmente cuando las controlamos por variables de naturaleza socioló
gica
(empleo)
y de naturaleza
política
(satisfacción con la democracia), que de
mostraron intervenir significativamente en la dinámica de las relaciones entre si
tuación personal
(VI)
y situación económica y política
(VD).
Palabras clave: Confidence gap, situación personal, situación
económica,
situación
política.
Recibido:
02-03-98
Aceptado:
05-05-98
*
Psicólogo
egresado de la
Universidad
Católica
Andrés
Bello
(1980),
con Maestríaen
Ciencia Política en la Universidad de Pittsburgh (1987), gracias a una Beca de la Fun
dación
Fulbright.
Hadesempeñado cargos ejecutivos en empresas
públicas
(PDVSA)
yprivadas
(CANTV),
yactualmente es ProfesordelPostgradode
Ciencia
Política
de la
Universidad
Simón
Bolívar.
42
Ángel M. Oropeza Z.
The
Confidence
Gap:
aPsycho-Political
Input for Stability in
the
Venezuelan
Democratic
System
Abstract
This
paper
is
based
on
the
central
hypothesis
that
in view of
the
relative
stability of
the
venezuelan
political
system,
evidenced
through
non-massive
par
ticiparon
in
anti-system
behavior,
we
should
find in
Venezuela
arelatively wide
gap,
following
the
terminology coined by Lipset
and
Schneider,
between
the
hopefull expectation of
venezuelans
as
to their
personal
future situation,
and
their
perception
or
expectation
of a
favorable
future for
their
country. As a
data
source
we
relied on
the
analysis
of information
contained
in
the
"Latinobarometro
1995"
survey
which
was
administered not only in Venezuela, but in
seven
other
latinamerican
counthes.
The
results
allowed
us
to
valídate
the
hypothesis.
This
gap
however
behaved
differently
when
we
compared
the
personal
situation with
the
economic
situation,
as
opposed
to
when
we
associated
the
personal
situation
with
the
political situation of
the
country which
seemed
to be
less
affected by its
influence. In
the
same
manner,
the
perceptual
relationships
were
modified
sub-
stantially
when
controlled for
variables
of a sociological
nature
(employment)
and
political
nature
{satisfaction with
the
democratic
system),
both of which
demon-
strated
asignificant intervention in
the
dynamic of he relation
between
the
per
sonal
situation
and
the
economic
and
political
situation.
Key
words:
Confidence
gap,
personal
situation,
economic
situation, po
litical
situation.
I. La
permanencia
yrelativa
estabilidad
del
Sistema
Político
Vene
zolano
no
deja
de
causar
asombro
o
curiosidad
en
algunos
sectores.
Ello
se
debe
a la
existencia,
desde
hace
ya
varios
años,
de
factores
concretos
en
la realidad
cotidiana
venezolana
que,
si
siguiéramos
cierta lógica ra
cional,
pudiera
parecer
que
apuntan
en
dirección
contraria.
En
efecto,
al
gunos
datos
objetivos,
tales
como
los
indicadores
de
ocupación,
inflación
ydistribución del
ingreso,
tienden
a
confirmar
esta
curiosidad.
Según
la
OCEI,
por
ejemplo,
la
tasa
de
desempleo
absoluto
en
Ve
nezuela,
para
el
año
1996,
alcanzaba
12,6%
de
la población,
siguiendo
un ritmo
de
crecimiento
paulatino
en
los
últimos
cinco
años
(8.4%
en
1992,
8.8%
en
1993,
10.9%
en
1994,
11.3%
en
1995,
12.6%
en
1996).
Un
estudio
elaborado
por
Fedecámaras
muestra
que
la
tasa
de
desem
pleo
en
Venezuela
se
situaba
para
1996
por
encima
del
promedio
de
los

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