Mi deuda con Venezuela
| Autor | Ángel Cristóbal Montes |
| Cargo | Universidad de Zaragoza, Catedrático Emérito de Derecho Civil. |
| Páginas | 417-426 |
Mi deuda con Venezuela
Ángel Cristóbal montes*
RVLJ, N.º 11, 2018, pp. 417-426.
Llegué a Venezuela en septiembre de 1959, recién terminada la carrera de
Derecho y cumplido el segundo campamento de las Milicias Universitarias,
aquel sucedáneo del servicio militar, pobre, ramplón y aun miser able, con 24
años cumplidos el mes anterior, huyendo del franquismo que me asfixiaba
y dispuesto a iniciar la aventura amer icana, que para mí no era tanto resolver
mi vida económico-profesional, sino mucho más respirar la libert ad política,
en el fondo el respeto a la dignidad humana, que ansiaba con perentoriedad
y casi ratione subsistentiae.
Llevaba conmigo, como emulando el omnia mea mecum porto de bías De
Priene, tan solo una buena formación jurídica, unos sueños imposibles y
la esperanza de que societar ia y políticamente era posible una vida distinta
y superior a la macilenta y triste de España. Mis lecturas, mis reflexiones y
las ansias de superación vital en todos los órdenes me decían con voz queda,
pero perfectamente audible, que ello era posible, que el reto merecía la pena,
el sacrificio suponía el peaje mínimo para la aventura y que América, ese
Continente al que Friedrich Von hayeK había dedicado su básico libro Los
fundamentos de la libertad con la entrañable mención «A la desconocida ci-
vilización que se está desarrollando en América», representaba la esperanza
y la liberación.
Siempre recuerdo y lo he contado por escrito en más de una ocasión que mi
«desembarco» en el gran país del Orinoco supuso desde el pr imer momento un
auténtico «descubrimiento». Allí todo era grande, el país –dos veces la exten-
sión de España–, sus selvas, sus montañas, sus ríos, sus gentes, sus recursos,
* Universidad de Zaragoza, Catedrático Emé rito de Derecho Civil.
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