¿Qué secreto les tiene?

Crecí en un hogar de clara vocación católica. Mi padre era un fervoroso devoto de la Virgen del Carmen; mi madre, como buena margariteña, vivía con la Virgen del Valle a flor de labios; mi abuela Elvira era frecuente visitante de los templos de La Guaira. Sin embargo, papá y mi abuela eran unos escépticos desahuciados, todo lo cuestionaban; pocas cosas escapaban de su suspicacia, por lo general, lo que a uno se le escapaba el otro lo escarbaba.Un punto al que siempre se re ferían era a la dictadura de Pérez Jiménez, e invariablemente mi abuela decía: Algún secreto le tuvo que tener Caldera a él, porque fíjate que nunca lo tocaron, solo al final fue que salió y eso por unos días. Papá asentía y comentaba: Mamá, recuerde que entre cielo y tierra no hay nada oculto. La vieja Elvira, quien se ufanaba de su relación con la madre de crianza de Caldera, a veces respondía: Un día de estos le pregunto a misia María, quién quita que suelte algo.Y pasaban los días.Una tarde llegó a la casa mi padre con los anteojos cabalgándole en la punta de la nariz y el sombrero ladeado, manifestaciones claras de que algo fuera de lugar lo traía en ascuas. Apenas cruzó la entrada soltó: ¡Mamá!, ¿usted sabía que Alicia Parés, que fue esposa de Alejandro Ibarra Casanova y terminó casada con Pedro Estrada es prima de Betty, la mujer de Luis Herrera? Ella solo atinó a responder: ¿Cómo es la vaina? Como estás oyendo, acabo de estar hablando con una gente de Trujillo que los conoce y me echó ese cuento, ¿será por eso que con Caldera nunca se metieron? Mi abuela respiro hondo, muy hondo, se santiguó y respondió: Mire hijo, deje quieto lo...

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